Shopping cart

Subtotal: $4398.00

View cart Checkout

shape
shape

Sentarse también es salud mental

Course Image Course Image

Sentarse también es salud mental

La entrada en vigor de la llamada Ley Silla en México despertó no sólo un debate sobre las condiciones físicas de los trabajadores, sino también sobre las consecuencias emocionales que implica la prohibición de sentarse durante largas jornadas laborales.

La psicóloga Gabriela Zavala consideró que esta práctica puede afectar seriamente la salud mental de las personas. “Estar de pie entre ocho y 12 horas al día sin posibilidad de sentarse, pues sí tiene consecuencias, no sólo físicas, obviamente también psicológicas importantes”, afirmó.

Zavala explicó que la exposición constante a este tipo de condiciones puede derivar en un estado de estrés crónico, ya que el cuerpo y la mente comienzan a interpretar el entorno como un ambiente hostil.


“La persona puede comenzar a experimentar extrema irritabilidad, ansiedad, incluso disminución de la concentración, y yo siento que como principal, la desmotivación laboral”, señaló.

Asimismo, destacó que impedir a los trabajadores tomar descansos o sentarse envía un mensaje implícito de deshumanización.

“Cuando no se permite descansar o sentarse, se manda sin darnos cuenta un mensaje implícito de deshumanización hacia el trabajador”, mencionó, y añadió que esto deteriora la autoestima y el sentido de pertenencia.

“Las personas pueden llegar a sentirse incluso invisibles, poco valoradas, o como si fueran más una mera herramienta de producción”, sostuvo.


LA SILLA Y SUS BONDADES

Por el contrario, Zavala señaló que permitir pausas y acceso a un asiento mejora notablemente el bienestar emocional y físico de las personas.

“No sólo mejora el bienestar físico, sino que también impacta positivamente en la salud emocional, se reduce el estrés, mejora el estado de ánimo, aumenta la motivación”, indicó.

También consideró que este tipo de medidas fomentan una relación más saludable entre el trabajador y su entorno laboral.

“Una persona que puede tomar pausas breves para descansar es una persona que se siente respetada, escuchada y, en este caso, lo más importante, es que se siente que es tomada en cuenta”, recalcó.

En conclusión, Zavala resumió que permitir sentarse en el trabajo no es un acto menor ni una concesión simple, sino un gesto que reconoce la dignidad y el valor humano de quienes laboran.

“El simple hecho, el simple acto de permitir que alguien se siente, no es sólo un descanso físico, es una forma de dignificar su trabajo y cuidar su salud mental”, finalizó.


Fuente: Diario de Coahuila

Psicoanálisis, Psicoterapia

Eventos relacionados

Eventos que quizá te interesen