Peleas en casa durante la cuarentena
Alicia Saba Behar
De pronto pareciera que la casa se convierte en zona de guerra, todos contra todos, especialmente los niños que entre ellos pelean por juguetes, material e incluso comida. ¡Esto es mío! ¡No, es mío! Por supuesto, todo esto incrementa en estos tiempos que nos quedamos en casa y convivimos mucho más que antes.
Peleas que nos hacen reaccionar y que incluso a veces pareciera que sacan lo peor de nosotros como padres que terminamos dentro del conflicto, sin saber a quien darle la razón o castigar, que terminamos gritando y cargando después con la culpa. Incluso vemos en los chats de WhatsApp y las redes sociales donde otras familias publican fotos de un hogar que parece perfecto, donde nadie discute ni pelea, donde todo esta limpio y ordenado. Se nos olvida que los hogares no son perfectos y los padres tampoco lo somos, ni tenemos que serlos.
En psicoanálisis no se habla de la madre perfecta en el ámbito de salud, se habla de la madre suficientemente buena, aquella que da mucho pero no lo da todo, la que a veces dices que no, que no siempre es paciente, la que es un ser humano que se equivoca y que muchas veces se ve invadida por emociones intensas de angustia, coraje, enojo, celos y tristeza entre otras que la sobrepasan y afectan su forma de ser con los demás y su conducta.
Los padres debemos ser suficientemente buenos en términos de controlar nuestros impulsos lo mejor que podamos, ahora en casa todo el tiempo es todo un reto y funcionan el poder prevenir algunas de estas peleas por medio de rutinas bien establecidas, límites claros, enseñar a compartir, y establecer con cada integrante de la familia, de acuerdo con su edad, responsabilidades del hogar con las que se debe contribuir a diario fomentando la ayuda y apoyo mutuo.
Existe una confusión entre la forma de ser de los padres en su carácter y personalidad, y en lo transitorio de los estados de ánimo, que al ser identificados pueden controlarse de una forma más fácil. Es importante comprender que la forma de actuar es fruto de una decisión, es decir, es una conducta que se asume, por lo que es posible hacer ciertos cambios en los patrones de conducta y relación entre los padres mismos y con sus hijos. La cuarentena es una época difícil de convivencia donde aumentan pleitos y los estados de ánimo que estos despliegan por la incertidumbre y angustia afectan la conducta y fomentan la violencia; sin embargo, es también una oportunidad de cambio, de acercamiento, de diálogo emocional, de expresión y de fortalecer lazos familiares. “Tu eres la suma total de tus opciones” (Wayne citado en Schmill, 2015, p. 349), la forma de disciplinar es la forma de actuar que cada uno asume.
No podemos ser perfectos en la forma de disciplinar, ni dejar de cometer errores con los hijos y familiares, podemos reparar e intentar hacer algunos cambios positivos que a nuestros hijos los hagan brillar después por ese esfuerzo amoroso y auténtico de cambio.
La reparación en psicoanálisis es el camino a la salud mental, va ligada a una relación verdadera con una persona integrada tanto en sus aspectos buenos como en sus aspectos malos, al reparar devuelve al objeto de amor su integridad, eliminando todo el mal que se le ha causado, el niño se asegura un objeto de amor (una relación de amor) bueno y estable, cuya introyección refuerza su integridad psíquica (Laplanche y Pontalis).
A partir de la capacidad de reparar surge la capacidad de perdonar que se adquiere mediante la introyección del objeto total durante el primer año de vida, es decir, la integración de los aspectos amados y odiados de la madre o figura significativa. De dicha integración resulta el bebe aprende a “perdonar” las fallas maternas y también buscar ser “perdonado” por las faltas cometidas hacia ella, de esta forma se produce una identificación con el aspecto benevolente de la madre, la conducta reparatoria de la misma. La capacidad de perdonar consiste en la resiliencia materna donde la madre encara las demandas contradictorias del niño quien busca al mismo tiempo cercanía y distancia, protección y autonomía, cercanía y libertad, tolerándolas sin actuar de forma castigadora (Sánchez, 2019).
Aprender a perdonarse en el ámbito familiar es cuestión de enseñanza y ejemplo, surge desde el primer año de vida como lo indican diversos autores del psicoanálisis, pero se va limando a lo largo de la vida, especialmente en situaciones de difícil convivencia o de conflicto constante, en las que es necesario echar mano de la capacidad de reparar y perdonar para lograr resolver. Es posible en situaciones como la actual donde la convivencia en casa puede tornarse algunas veces difícil y tensa que se lleven a cabo peleas, discusiones e inquietudes que surgen desde la ansiedad e incertidumbre que el contexto en que vivimos a provocado, así como el aburrimiento y la sensación de asfixio de estar de alguna forma encerrados y privados de nuestra usual libertad. Son comunes peleas entre todos los miembros de la familia, y especialmente entre niños que pelan por juguetes, comida, y cualquier cosa; peleas que siempre han existido pero que se han visto aumentadas por la cantidad de tiempo que pasan juntos en casa, sin convivir con otros niños externos a la familia. Es todo un reto para los padres y madres que lidian con estas peleas además de todas las vivencias preocupantes que ya se suman, sin embargo, es también tiempo de oportunidad, enseñar a nuestros niños a resolver, a ceder, a reparar y perdonar es parte de la vida social en todas las etapas de la vida. Es la oportunidad de aprovechar esta cercanía para implementar valores que culminen en la integración y reparación de las relaciones interpersonales, así como reforzar los lazos de amor entre padres e hijos y entre hermanos, tan importantes en la vida y el medio cultural. Que logren reparar dentro de casa les da las herramientas para hacerlo fuera, el resto de sus vidas.
Referencias:
• Schmill, V. (2015). Disciplina inteligente. Quinta Edición. Producciones educación aplicada: México DF
• Sánchez, M. (2019). “El perdón: ¿un imposible? una reflexión psicoanalítica”. Cuadernos de psicoanálisis. Asociación psicoanalítica mexicana: México DF